Dos hechos históricamente separados, pero espiritualmente unidos: en la vida de san Alfonso de Liguori y en la de los miembros de su congregación redentorista sobresale la espiritualidad mariana.

Esta espiritualidad no hace sombra a la relevancia de Jesús Redentor. Entre los redentoristas, Jesús es el gran Mediador, y María a su lado. En la espiritualidad alfonsiana y redentorista, el amor a Jesucristo y a la Virgen María no son dos amores separados, sino íntimamente conectados y fundidos: «Dios nos ha dado a Jesús por medio de María; nosotros no podemos llegar a Jesús sino por medio de María».

De este modo la espiritualidad alfonsiana y la redentorista permanecen centradas sobre Jesucristo, y el amor a la Virgen viene a reforzar, no a disminuir, la centralidad de Jesucristo Redentor en nuestro camino hacia Dios.

Hace 150 años el papa Pío IX encargó a los redentoristas «dar a conocer» el icono del Perpetuo Socorro. Se ha hecho y se sigue haciendo. Este icono es un exponente extraordinario de la relación de María con el misterio pascual. Es como una parábola de la redención humana, efectuada en Jesucristo con la cooperación de su Madre.

Este martes, 13 de junio, se desarrollarán más estas líneas de espiritualidad en la conferencia que impartirá el joven sacerdote redentorista Víctor Chacón Huertas. Dará comienzo a las 20:00 horas en la sala Liguori de la parroquia Santísimo Redentor (c/ Félix Boix, 13). Entrada libre.