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Viernes, 20 noviembre 2015 12:03

Visita al colegio Pureza de María

Visita al colegio Pureza de María

El lunes 30 de noviembre, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, visitará el Colegio Pureza de María (c/Lira, 10). A partir de las 18:00 horas, el prelado madrileño celebrará la Eucaristía y compartirá un tiempo con las religiosas, la comunidad educativa y los miembros del Movimiento laical Familia Albertiana.

El colegio Pureza de María es un centro educativo católico privado-concertado de las Religiosas de la congregación Pureza de María que comenzó su andadura en 1957 en la calle Conde de Cartagena y que, desde el 21 de diciembre de 1961, se encuentra en su sede actual. Cuenta con más de 1300 alumnos entre Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.

La congregación Pureza de María fue fundada en 1870 por Alberta Giménez, quien creyó firmemente en la capacidad transformadora y dignificadora de la educación y entregó su vida a esta misión, que hoy continúan sus hijas con pasión. Cuentan con 30 colegios, 14 de ellos en España, que son escuelas católicas que encuentran su verdadera justificación en la misión de la Iglesia: evangelizar a través de la educación para transformar el corazón y renovar la humanidad.

Fundadora

Cayetana Alberta Giménez y Adrover nació en Pollensa (Mallorca) el 7 de agosto de 1837. La familia siguió los destinos del padre que era sargento del Cuerpo de Carabineros en la Hacienda Pública y, por ello, Alberta vivía en Barcelona a los 12 años. Su padre tuvo aficiones culturales hondas que hicieron que orientara a su hija hacia los estudios de maestra. En 1851 está de nuevo en Mallorca. Alberta comenzará en Palma su trabajo como maestra al lado de un profesor de matemáticas, Francisco Civera, que pronto se fijará en ella, no sólo como maestra sino como la gran mujer en la que se ha convertido para pasar con él el resto de sus días. En 1859 tiene ya 22 años. Es entonces cuando Francisco pedirá la mano de Alberta y ésta aceptará gustosa el matrimonio con Francisco. El 7 de abril de 1860 Francisco y Alberta se prometieron fidelidad en la parroquia de San Nicolás de Palma. Ella tiene 22 años, diez menos que él, pero eso no supondrá ningún obstáculo hacia el amor mutuo que sentían. Formaron una pareja de maestros con profunda vocación por la enseñanza y gran devoción por la pedagogía. Fueron un matrimonio que, debido a su tarea profesional, vivieron en formación permanente y con un continuo afán de superación. Al mismo tiempo, cuidaron de la vida familiar. Tuvieron cuatro hijos. El único que sobrevivió fue Alberto. A los 41 años falleció el marido de Alberta, el 17 de junio de 1869.

La muerte de tres de sus hijos y su esposo fueron un durísimo golpe en la vida de Alberta, y ello la acostumbró al dolor y a la dificultad, aunque esto no hizo que se hundiera, sino que la llenó de fuerza y coraje para seguir adelante con más fuerza en la vida de la enseñanza: su verdadera vocación.

El día 2 de marzo de 1870, Alberta recibió en su casa la visita del alcalde de Palma, el canónigo don Tomás Rullán y don José Ignacio Moragues, amigo de su esposo y que entonces era el inspector de las escuelas de Educación Primaria. Llegaban de parte del Obispo de Mallorca, don Miguel Salvá, con una propuesta inesperada: hacerse cargo de la dirección del Real Colegio de la Pureza de María. El obispo le proponía asumir una misión: educar en nombre de la Iglesia. Alberta aceptó y en pocas semanas todo empezó a tomar nuevo ritmo y el viejo colegio se convirtió en uno de los más prestigiosos de Palma. Dos años después, Alberta comenzará, dentro de la Pureza, una nueva institución: la Escuela Normal de Maestras. En 1874 creyó que era el momento para transformar el equipo de maestras en una comunidad religiosa, para que así la obra realizada en la Pureza tuviera al fin plena consistencia. La Congregación fue aprobada canónicamente el 2 de agosto de 1892 y el mismo día se ratificó el nombramiento de Alberta Giménez como Superiora General, cargo al que tuvo que renunciar en 1916 por razones de enfermedad. Falleció en la madrugada del 21 de diciembre de 1922.

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