Print this page
Viernes, 23 junio 2017 09:17

La diócesis ayuda a más de 1800 alumnos con la construcción de un centro en Zinder (Níger) Featured

ProyectoNigerManosUnidas

Níger es un país desértico, con escasez de lluvias en la mayor parte del territorio, lo que produce bajos rendimientos agrícolas y hambrunas periódicas entre la población. La zona de Zinder, situada al suroeste del país (frontera con Nigeria), se caracteriza por su fuerte islamización. La responsable de proyectos de esta zona de Manos Unidas, Carmen Lacalle, ha afirmado que «el fundamentalismo gana terrero en la zona», donde «la mayoría de las niñas llevan velo, se multiplican las mezquitas, así como el enclaustramiento de las mujeres y otras prácticas antiguas y denigrantes para las mujeres». Esto, asegura, «influye mucho en sus costumbres e incide en el bajo nivel de escolarización entre las niñas, sobre todo en educación secundaria y superior». Por ello, «más del 80 % de sus habitantes mayores de 10 años, son analfabetos».

Congregación San José de Cluny

La congregación San José de Cluny lleva muchos años trabajando en la zona, principalmente en las áreas de educación y formación, abarcando también el sector sanitario. Carmen Lacalle ha recordado que las religiosas y la Asociación de Padres de Alumnos elaboraron y presentaron la primera fase de este proyecto «porque son conscientes de la importancia de una continuidad en la enseñanza de secundaria, con una calidad educativa que permita a la juventud el acceso posterior al mundo laboral».

ProfesoresNiger

Ante la gran afluencia de alumnos, se financió una segunda fase, en la que se construyeron y equiparon 4 aulas y una sala de profesores. Además, Manos Unidas colaboró en la construcción de un bloque y equipamiento de 8 aulas nuevas. Así, la responsable de Manos Unidas para esta zona ha destacado que «cuando el nuevo edificio estaba en construcción, hubo represalias en el país después de los atentados en París por el semanario Charlie Hebdo». En Zinder, asevera, «un grupo de islamistas violentos atacó la misión católica: la iglesia, la casa de los  Padres Redentoristas, la escuela primaria de La Asunción y el centro de nutrición infantil». También el colegio de san José de Cluny, donde «la gente acudió rápidamente a proteger a las religiosas y así se salvaron de la destrucción». Y aunque se tuvieron que marchar una temporada, destaca, «regresaron pasados unos meses y siguieron con su tarea y con el proyecto».

Así mismo, Lacalle resalta que «aunque la tasa de cristianos es un 1 %, la población aprecia mucho la labor educativa de estas religiosas».

Colaboración de la Vicaría II

En este proyecto de Manos Unidas, que ha beneficiado a más de 1800 alumnos, ha colaborado la Vicaría II de la archidiócesis de Madrid con más de 90.000 euros.

ColegioNigerManosUnidas