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Viernes, 22 septiembre 2017 13:16

Los misioneros de Madrid en el Caribe escriben tras el huracán Irma

Los misioneros de Madrid en el Caribe escriben tras el huracán Irma

Publicamos a continuación los testimonios de misioneros madrileños en el Caribe tras el paso del huracán Irma, recibidos en el Consejo Diocesano de Misione:

Pilar Luna Guría Martínez, salesiana, en Rep. Dominicana: «Gracias por el recuerdo y las oraciones. Donde me encuentro, que es el Sur, Irma nos respetó y gracias a Dios no sufrimos las envestidas destructoras de él. El norte sí se vio bastante afectado pero sólo daños materiales, que se pueden recuperar, víctimas no. Tenemos que agradecer a Dios y a la Santísima Virgen su protección amorosa y con la oración ser solidarios con las personas afectadas, que en las islas pequeñas del Caribe, han sufrido mucho».

Pilar Arranz Escolar, Hija de la Caridad, en Rep. Dominicana: «Muchas gracias por su interés y por sus oraciones; aquí en República Dominicana aunque ha afectado no ha sido con la gravedad que en otros países; como saben en Cuba ha habido zonas mucho más afectadas; en la Habana, donde tenemos una comunidad, han sufrido la inundación de toda la planta baja durante 24 horas, pero gracias a Dios, no ha habido daños personales».

Julio Álvarez Hernando e Isabel Benedicto Piñeiro - misioneros neocatecumenales, en Puerto Rico: «Gracias por vuestro apoyo con las oraciones. La Providencia quiso que el huracán se desviase en el último momento un poco al norte y, al ser tan fuertes los vientos, los de fuerza huracanada se ciñeron al ojo del huracán y pasaron por el mar rozando a Puerto Rico. Nos quedamos 2 días sin luz y una semana sin agua, pero ya se empieza a normalizar todo. Podía haber sido como en San Martín o Barbuda, desastroso. Un abrazo a todos».

Raquel Budia Díaz, capuchina de Santa Clara, en Rep. Dominicana: «Gracias queridos amigos por vuestro cariño y oración. Ciertamente el huracán que era todo un señor ciclón , más fuerte que los que pasaron en años anteriores, tenía que pasar por el centro de la isla, fue subiendo y se fue por la costa, ha habido inundaciones y movilizaron muchas familias pero no fue lo que esperábamos. Hemos estado unos  días sin Internet por lo mismo, pero de momento estamos bien gracias a Dios. De nuevo gracias y unión de oraciones».

Rosa del Valle, de la Compañía Santa Teresa: «Aquí en el centro de la ciudad de Camagüey, Cuba, no causó muchos daños más que las incomodidades de los árboles caídos, falta de luz, agua, etc. Pero en otros lugares sí que la población está sufriendo también por lo reiterado. No se recuperan de un huracán cuando llega el otro. Seguimos todos rezando para que no llegue ahora el huracán María».