El domingo de la Ascensión –este año, el 13 de mayo– la diócesis celebra el Día del Misionero Diocesano con el lema Sigue su huella. Una ocasión para recordar a los madrileños que se han ido a tierras de misión, y motivar para que surjan en la diócesis nuevas vocaciones misioneras de sacerdotes, religiosos y laicos.
Como es habitual, el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, presidirá en la catedral de la Almudena, a las 12:00 horas, una Eucaristía de envío de los misioneros que este año se van a la misión.
Semana del Misionero Diocesano
Para preparar esta jornada, la Delegación de Misiones ha programado la Semana del Misionero Diocesano con varias actividades:
- Encuentro de animación misionera. Jueves 10, a las 19:30 horas, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (López de Hoyos, 73). Para animadores, familias de los misioneros y amigos de la misión.
- Concierto misionero. Viernes 11, a las 20:00 horas, en el salón de actos de Alfa y Omega (La Pasa, 3 – bus 3, 17, 31, 50, 65 – metro Sol, La Latina, Ópera). Actuarán el cantante de rap Grilex y el padre Toño Casado. Habrá testimonios del obispo auxiliar monseñor José Cobo y de los misioneros madrileños Celia y Manuel.
- Encuentro del laicado misionero. Sábado 12, a las 11:00 horas, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Ponencias, mesa redonda y testimonios de misioneros laicos.
«Los misioneros son instrumentos de la paz y del amor de Cristo»
Con motivo del Día del Misionero Diocesano, el cardenal Osoro ha hecho pública una carta pastoral en la que recuerda que Madrid cuenta con «más de 600 misioneros repartidos por todo el mundo». «Cada uno de ellos es un don con el que el Señor ha querido bendecir a los hombres a los que han sido enviados, pero también lo es para nosotros, que nos admiramos y nos alegramos de su trabajo generoso y, muchas veces, complicado. Cada uno de ellos es un milagro de la gracia; contando con sus limitaciones y pobrezas, son verdaderos instrumentos de la paz y del amor de Cristo».
Y pide que en esta jornada sintamos «la urgencia de rezar por ellos y por su misión. Dad gracias a Dios por su vida y por su trabajo. Ayudemos a nuestros misioneros con su tarea apostólica, con nuestra oración, pero también con nuestra aportación económica».
Además, el purpurado ha escrito otra carta de agradecimiento a los misioneros diocesanos: «Gracias por vuestra entrega. Gracias por vuestra pasión por Cristo. Gracias por contagiarnos el deseo de salir de nosotros mismos, caminando siempre hacia los demás. En vuestro trabajo misionero estáis invitando a los hombres y mujeres con los que os encontráis a seguir la huella del Señor. Por eso sois misioneros, no os conformáis con seguir a Jesús, sino que con vuestra vida y vuestra palabra animáis a todos a seguir esa huella que nos llevará a todos a la plenitud».
En la misma línea, ha dirigido una misiva a los padres y familiares de los misioneros y misioneras madrileños, en la que les dice: «Vuestros hijos, hermanos, sobrinos, son un tesoro para la Iglesia y lo son también, en este caso, para la diócesis de Madrid».