Más de 300 personas han muerto en Nicaragua desde que, en abril, comenzara la represión del Gobierno de Daniel Ortega a las protestas pacíficas contra sus últimas medidas y a favor de unas nuevas elecciones. La Iglesia nicaragüense se ha situado al lado del pueblo, lo que le ha valido insultos e incluso agresiones.
Asediado por una turba enardecida que quería ingresar a la Basílica San Sebastián en Diriamba, fui herido, golpeado en el estómago, me arrebataron las insignias episcopales y agredido verbalmente. Estoy bien gracias a Dios. Se liberó la basílica y a quienes allí estaban. pic.twitter.com/9qTgugBjic
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 9 de julio de 2018
Tras los últimos ataques a los obispos, este mismo lunes, 9 de julio, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, quiso lanzar un mensaje de apoyo y aliento en su cuenta en Twitter:
Rezo por vosotros, los obispos y el pueblo de Nicaragua, para que el Señor os mantenga, con la fuerza de su gracia y de su amor, como valientes testigos suyos en medio de la violencia.
— Carlos Osoro Sierra (@cardenalosoro) 9 de julio de 2018