|
Hermana Brunilda de la Santísima Trinidad, carmelita: «Con nuestra vida de oración y trabajo en soledad hemos podido cultivar el elemento contemplativo»
Una de las comunidades contemplativas presentes en la diócesis de Madrid es la de las Carmelitas de la Antigua Observancia del monasterio de Nuestra Señora de las Maravillas. «Yo descubrí mi vocación personal cuando tenía 23 años», explica la hermana María Brunilda de la Santísima Trinidad, miembro de la comunidad. «Fue una llamada directa de Dios que irrumpió en mi alma presentándose como lo que él es, el Amor Eterno, como dice san Juan: “Dios es amor”. Después de este encuentro, que te cambia la vida, una no puede más que entregarse del todo. Así nació mi vocación. Después, pasado un tiempo de búsqueda, desembocó en la Orden del Carmen y, concretamente, en este monasterio de Madrid de Nuestra Señora de las Maravillas. En la vocación contemplativa, en este carisma, encontré la “pieza” que encaja plenamente en mi vida. Es vivir ya aquí la única vocación de cada ser humano a la comunión y amistad con Dios», asegura.
Leer más
|
|