Durante toda la semana, Madrid ha acogido el primer encuentro de Scholas Ciudadanía de Europa. La inauguración tuvo lugar el lunes 18 de enero en el colegio La Salle Sagrado Corazón. Aquel día, José María del Corral, director mundial de Scholas Occurrentes, invitó a los jóvenes a convertirse en protagonistas del cambio social –uno de los objetivos de la plataforma educativa del Papa Francisco que preside el propio José María–. Antes de terminar su intervención, el director anunció que tenía una sorpresa para los participantes, pero que la desvelaría el mismo viernes.

La jornada de hoy, la Universidad Politécnica de Madrid, ha acogido la clausura del encuentro. Del Corral ha vuelto a coger el micrófono para dar las gracias a los cerca de 300 estudiantes participantes y para anunciarles que seis alumnos, en representación del resto, viajarán a Roma para presentar en persona al Papa Francisco las conclusiones del encuentro de esta semana.

La cita entre el Santo Padre y los alumnos madrileños tendrá lugar el 3 de febrero en el Vaticano. Los jóvenes viajarán acompañados por algunos profesores y por autoridades de Madrid. Francisco, que ha seguido muy de cerca el encuentro que se ha celebrado estos días en la capital de España, recibirá los compromisos asumidos por los estudiantes y las propuestas que les han hecho a las autoridades.

Ante las autoridades

Durante cinco días, los alumnos, divididos en dos comisiones, formularon hipótesis, entrevistaron a expertos, realizaron trabajo de campo para aportar soluciones para terminar con las deficiencias del sistema educativo y la presión social. Y durante la jornada de hoy, los estudiantes presentaron sus propuestas a las autoridades, entre las que se encontraban Rafael Van Grieken, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid; el director general de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, Juan José Nieto; el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Conde; o el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro.

Comisión de educación

Los portavoces de la comisión de educación, en representación de todos los jóvenes, no solo hicieron propuestas si no que primero asumieron compromisos. Los alumnos se comprometieron a «corresponder los esfuerzos del profesor colaborando activamente con el ritmo de la clase» o a «llegar al aula con una actitud participativa».

A las autoridades, los jóvenes les pidieron «una única ley que regule las bases de educación, siendo esta independiente a los giros políticos que se den en nuestro país» y que esté elaborada por «especialistas en educación y representantes de todos los partidos del congreso, sumando a la comunidad educativa».

Los alumnos, convertidos en responsables de política económica, también pidieron más y mejor educación. «Nos gustaría que nos fueran introduciendo y enseñando antes métodos de estudio eficaces, como el subrayado de ideas importantes o hacer esquemas con las ideas principales», propusieron.

Antes de concluir, la comisión de educación habló de la necesidad de la educación en valores: «Necesitamos que en nuestros centros nos enseñen y transmitan valores. Educar no es solo aprender asignaturas, sino aprender a ser personas».

Comisión de presión social

Durante todo el acto se tuvo muy presente la figura de Diego, el niño de 11 años que recientemente se suicidó dejando una nota a sus padres diciendo que «no aguantaba ir al colegio», según difundió El Mundo.

Para evitar casos como este, la comisión de presión social se comprometió a «no callarnos ante un caso de acoso escolar y acompañar al acosado» o a «ser empáticos, solidarios y compañeros».

En la parte de propuestas, los alumnos presentaron doce ideas para tratar de erradicar esta lacra, que iban desde «crear una ley integral contra el acoso escolar», que «haya más horas de tutorías en los colegios para generar un trato con los alumnos más personalizado» o que «el plan Director de la Policía Nacional tenga mayor difusión y llegue a todos los centros educativos».

Ir a las causas

El arzobispo de Madrid tomó la palabra después de la presentación de los alumnos, a los que felicitó y dio las gracias por «no haberos quedado en la superficie de los problemas y haber descubierto las causas: la falta de educación en valores», dijo monseñor Osoro.

El prelado aseguró sentirse «impresionado» por las propuestas de los alumnos, que no solo estaban dirigidas a ayudar al acosado sino también al acosador. En este sentido, el arzobispo habló de misericordia, «que necesitamos todos y que es el abrazo que te da esa persona que te quiere de verdad».

Monseñor Osoro pidió además que no se descarte a nadie. «Una sociedad que genera descartes es una sociedad enferma. La causa de la enfermedad es esa falta de educación en valores de la que hablabais. Con enfermedades de este tipo no hay futuro, pero aquí estáis vosotros que queréis curar esas enfermedades, así que gracias», concluyó.