La parroquia de Santa Genoveva está ultimando los detalles del nuevo templo que se está edificando en el término municipal de Majadahonda, en un espacio ubicado en la calle Bodas de Fígaro esquina con Barbero de Sevilla.
Como explica el párroco, David Benítez, «las obras aún no han concluido. Estamos con los últimos remates». Algo que, afirma, «no impide que vayamos preparando los detalles de la nueva iglesia». Tarea en la que, asegura, «están participando todos los fieles. Con su ayuda y generosidad se van ultimando los detalles litúrgicos y simbólicos de la preparación del templo, para su futura consagración, que presidirá el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid».
Así, añade, «todos los primeros domingos de mes realizamos una colecta extraordinaria con el fin de dedicarla a algo especial del nuevo templo». La correspondiente a este domingo, 3 de marzo, «va a ir destinada a la restauración y acondicionamiento del relicario que irá insertado en el nuevo altar sobre el que celebraremos la Eucaristía. Se trata de un antiguo sagrario, realizado en latón, que adquirimos hace dos meses. Se encontraba en muy malas condiciones, y por eso hemos procedido a su restauración y decoración para adaptarlo a la función de relicario. Hemos devuelto al culto una pieza que estaba abandonada, y queremos que aquel que sirvió para albergar el cuerpo del Señor, ahora albergue las reliquias de los que dieron su vida por Él».
Reliquias de santos y mártires
«Según una antigua tradición de la Iglesia - apunta - el relicario contiene reliquias de santos y mártires». Y aunque la parroquia es joven, «fue erigida canónicamente en abril de 2008, y yo tomé posesión el día 20 de dicho mes», conserva varias reliquias de santos. «Tenemos una de santa Genoveva, titular de la parroquia, que nos donaron las religiosas Angélicas por ella fundadas. También hay una de san Pedro Poveda, mártir madrileño, que nos dieron las Teresianas. Y otra de san Juan de Ávila, patrono del clero secular español, porque los sacerdotes de la parroquia somos del clero diocesano», sonríe Benítez, al tiempo que aclara que «nos la donó el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández. «Estos dos últimos santos - prosigue - están también pintados en el retablo del nuevo templo».
Además, el restaurado relicario contendrá «una reliquia de un benedictino del monasterio de El Pueyo, en Barbastro, martirizado en 1936, pero cuyo nombre desconocemos. Hace unos años hicimos en este lugar un campo de trabajo con jóvenes y, en agradecimiento, el obispo diocesano, monseñor Ángel Pérez Pueyo, como los monjes, nos hicieron esta donación para el altar». Por último, indica, «el relicario contendrá una ampolla con sangre de san Josemaría Escrivá, que nos donó un sacerdote del Opus Dei que confesaba en la parroquia».
