Queridos hermanos y hermanas:
Todos los años la Diócesis de Madrid vive con alegría el mes de octubre, en el que celebramos la preciosa Jornada del Domund. Me gustaría ser capaz de transmitiros el deseo de que este año se viva de un modo muy especial la alegría misionera.
El Papa Francisco, en este año 2019, el mes de octubre ha querido que, en toda la Iglesia, se celebre un Mes Misionero Extraordinario, invitando para ello a todos los cristianos a que renovemos el compromiso misionero que nace con el sacramento del Bautismo. Nos propone que meditemos con detenimiento las parábolas de la sal y la luz, de la levadura que transforma toda la masa.
Este mes va a ser una oportunidad de inmensa gracia que, para nuestra Diócesis, va a servir de puerta de entrada para comenzar el Plan Diocesano Misionero que he convocado. Con esta llamada de atención del Papa Francisco vamos a intentar que este curso que ahora comenzamos y los próximos, sean una gracia de Dios para todos los que sentimos en el corazón el profundo deseo de que Cristo sea conocido y amado.
El lema de esta Jornada del DOMUND, que el Papa Francisco ha elegido, por primera vez en la historia, será el mismo en todos los países del mundo: «Bautizados y enviados». Con dos palabras el Santo Padre hace una preciosa definición de lo que es un discípulo misionero: aquel que ha sido bautizado, y con este sacramento ha sido incorporado a Cristo, formando una preciosa unidad con Él, y el mismo Señor le envía a llevar a todos los demás la alegría del Evangelio, de la fe, del amor de Dios.
Tan fuerte es esta realidad en nuestra vida de bautizados y alcanza tal hondura la llamada de Dios, que muchos, en Madrid más de 600, están fuera, en lugares lejanos, haciendo presente ese amor entre quienes no le tenían presente o incluso no lo conocían. Estos son nuestros misioneros. Ellos son parte de nuestra Iglesia, y ellos nos enseñan que también nosotros somos misioneros con ellos, cuando nos preocupamos de hacer presente a Jesús y su amor entre los nuestros, cuando rezamos y encomendamos a nuestros misioneros, cuando les mostramos nuestro afecto y nuestra cercanía con nuestras ayudas materiales... ¡nosotros, con ellos y como ellos, somos misioneros!
Os invito a todos a acoger con generosidad esta invitación del Papa a celebrar este Mes Misionero Extraordinario, y a ser generosos con Dios y con la Iglesia, participando en tantas actividades que la Iglesia Diocesana a través de la Delegación Episcopal de Misiones, Vicarías, Arciprestazgos y Parroquias han preparado. Os animo a colaborar con las Obras Misionales Pontificias de Madrid para que la Jornada del Domund de este año 2019 sea fecunda y nos impulse a ser evangelizadores, llevando la alegría misionera a todos los pueblos, como así nos lo propone el Papa Francisco.
Que la Virgen María, en la advocación de la Almudena, ayude a nuestros misioneros a ser fieles a la llamada del Señor y a nuestros jóvenes a descubrir la belleza de entregar la vida por llevar a todos la alegría de la fe. ¡Que ella nos bendiga a todos!
+ Carlos Card. Osoro Sierra
Arzobispo de Madrid