La Escuela del voluntariado para los Arciprestazgos de San Blas, La Blanca, Pueblo Nuevo y La Encarnación, continúa abriendo espacios de compartir y aprender juntos. Acompañados por Fátima, unos 35 voluntarios trabajaron en torno a una serie de premisas que posibilitan auténticos caminos de acompañamiento a las familias que desemboquen en una integración social más o menos normalizada:
- El hecho de ser conscientes que las personas antes de ser usuarias de Cáritas, son ciudadanos con derechos que deben acudir a sus servicios sociales. Cáritas es un recurso subsidiario, está donde no hay para luego retirarse cuando se crean recursos públicos.
- Las propias familias no son sujetos pasivos, sino que asumen compromisos a trabajar en sus vidas.
- A veces más que darles ayudas, les mostramos cómo gestionar sus gastos. Es la parte educativa y promocional que Cáritas propone en su intervención social.
- No somos solo un recurso de prestaciones económicas. Hay que ver la realidad familiar en su conjunto.
- Necesitamos varias entrevistas con la familia antes de lanzarnos a decidir cómo vamos a actuar con ella: escucha activa, recogida de información, revisión de documentación, valoración en equipo de las áreas a trabajar del sistema familiar, proponer a la familia unos compromisos, etc.
En definitiva, toda tarea del voluntariado de Cáritas tiene una proyección con la persona, generando así una red solidaria donde ésta es el mejor recurso existente y disponible.