Este fin de semana, días 5 al 7 de julio, el Pabellón Amaya Valdemoro, en el Complejo Polideportivo José Caballero de Alcobendas, ha acogido a miles de personas procedentes de toda España que se han dado cita para participar en la XLIV Asamblea Nacional de la Renovación Carismática Católica en España (RCCE).
Como explica Calixto Rivero, miembro del movimiento, «la Asamblea Nacional de la RCCE es un encuentro de los distintos de grupos de oración de la Renovación Carismática Católica en España -casi 200- que se celebra anualmente. Es un momento de compartir de todos los grupos y comunidades que forman parte de esta corriente de gracia de la Iglesia Católica que, en esta ocasión, ha reunido a unas 3.000 personas en el pabellón Amaya Valdemoro de Alcobendas».
«Durante la Asamblea -confiesa- se producen diferentes enseñanzas, momentos de sanación, con un encuentro con Dios vivo que permite cambiar la vida de muchas de las personas que han participado en la misma. Es algo que ha ocurrido a lo largo de los años, y que siempre sucede. También en esta ocasión».
«Nuestros encuentros -reconoce- no solo están abiertos a la gente que ya participa de grupos de oración, o que llevan tiempo en la Renovación Carismática. Es un encuentro abierto a todos, a todas las personas que quieren buscar a Dios, que quieren encontrarse con Jesús vivo y resucitado en sus vidas, y reconocerle como Señor. Por eso, es una gran oportunidad para tener un encuentro personal con Jesús».
Adoración y Eucaristía
A su juicio, «el instante estelar que acabamos de vivir creo que es la adoración y la Eucaristía. La adoración del sábado por la noche es muy especial. Es un momento muy ungido en el que 3.000 personas han visto cómo Jesús Eucaristía se pasea entre ellos. Y es muy emocionante, porque te hace revivir esos momentos en los que Jesús se encontraba con sus discípulos, con las personas que le seguían, por ejemplo, en el monte de la Bienaventuranzas, cuando Jesús predicaba a miles de personas».
Asegura que «esa realidad, ese encuentro con Jesús, también se produce hoy, a través de la adoración a Jesús Eucaristía. Y es un momento, repito, muy emocionante. También lo son las Eucaristías. La del domingo es muy especial, porque es abierta: no solo vienen las personas que han participado en la Asamblea, sino que el aforo se abre a todo el mundo, a todas las personas, amigos, gente que quiere conocer esta realidad. Esta Eucaristía -remarca- también es un encuentro de mucha unción y mucha acción de gracias».
Para Calixto Rivero, «la vivencia de esta Asamblea Nacional que hemos tenido este fin de semana ha sido impresionante. El encuentro con Jesús de manera especial, marca mucho. Y es un espacio en el que se pide una ‘excursión’ del Espíritu, y en el que el Espíritu Santo viene de una manera muy especial. Siempre viene cuando se lo pedimos», remarca. «Y siempre está presente en la vida de la Iglesia. Pero, en encuentros como este, la Asamblea Nacional que hemos vivido este fin de semana, se nota la presencia del Espíritu Santo de una manera muy especial», concluye.
