La Comisión Permanente de la CEE nombró ayer, jueves, a Clara Pardo como presidenta de Manos Unidas. Es licenciada en Derecho y Económicas por la Universidad de Comillas, y durante años ha ocupado puestos de responsabilidad en el sector de la empresa y la banca. Está casada y es madre de dos hijos. La nueva presidenta de Manos Unidas entró a trabajar en la organización como voluntaria en el año 2002 cuando, por razones personales, optó por dar un giro a su vida, «una decisión tomada en la familia me llevó a decidir alejarme de ese mundo que era demasiado absorbente y que no me llenaba tanto».
Además Claro Pardo confiesa que «siempre me había atraído el trabajo de la cooperación, investigué sobre el tema y comencé a colaborar en Manos Unidas. No sabía cuál sería mi futuro y ahí me quedé: de eso hace ya 14 años y estoy encantada»
Desde el año 2002, la nueva presidenta de Manos Unidas ha desempeñado su tarea en el área de Proyectos, primero en el departamento de África y, posteriormente, en el de Asia, donde ejercía el cargo de coordinadora.
Pardo afronta esta nueva etapa con mucha ilusión porque es un gran orgullo y una suerte presidir esta gran casa, aunque ha recalcado que «también con gran responsabilidad, porque es una casa muy grande que hace muchas cosas pero con dificultades y retos que afrontar en el mundo en el que nos movemos, potenciando lo que se ha hecho y adaptándose a los cambios que van viniendo».
Clara Pardo nació en Madrid, vive en Mirasierra y está vinculada a la parroquia Santa Teresa Benedicta de la Cruz (c/Senda del Innfante, 22), de la que ha afirmado que «es una gran parroquia». Confiesa que tiene «muy buena relación con los sacerdotes».