El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha viajado este fin de semana a Sabiote (Jaén), su localidad natal, donde ha participado en una serie de actos. Además de su nombramiento como hijo predilecto de la villa, el cardenal Cobo presidió una solemne Eucaristía el domingo 14 de julio en la iglesia parroquial de San Pedro, en la que estuvo acompañado por el obispo de la diócesis de Jaén, Sebastián Chico.
Una Eucaristía que comenzó con un «agradecimiento » y recalcando «lo importante: mirar a Jesucristo y dejarnos mirar por él». Ya en la homilía, se refirió «al abrazo del pueblo» que ha vivido estos días que calificó como «intensos». «Siempre Sabiote y vosotros habéis estado muy cerca con gestos, oraciones y miles de detalles».
El llamado al cardenalato supone «una misión concreta al servicio, siempre al servicio del Pueblo de Dios», dijo. Y todo cristiano «recibe una misión, una tarea y un vínculo», manifestó. La misión es a la que llama Jesús «desde el tesoro del Bautismo», fijándose en cada uno y siempre proponiendo, nunca imponiendo, subrayó.
Toda misión, continuó, tiene una tarea, la de «ponerse en manos de Dios» y «encarnar la autoridad de Cristo». En este punto abundó en que «quien sigue a Cristo nunca podrá juzgar a nadie y menos considerarse superior, pero quien sigue a Cristo no es uno más porque tiene la autoridad de Cristo» que «nos hace capaces de curar el mal y de expulsar demonios; con la presencia de Jesús le quitamos la autoridad al demonio», esto es, «la de dividir y desesperanzar». Y concretó: «En la acogida de los más débiles nos jugamos al esencia de nuestra humanidad».
Y si hay una misión y una tarea hay un vínculo, añadió. «La Iglesia no es una idea, es una realidad y tiene rostro» en los vínculos humanos. Y el vínculo entre todos los bautizados, el vínculo para la misión, es el Bautismo. «Que hoy renovemos juntos la centralidad de Jesús», pidio al finalizar la homilía.
Pila bautismal
Antes de terminar la celebración, el obispo de Jaén trasladó unas palabras al cardenal Cobo como expresión de su agradecimiento por la visita. «Algo hemos tenido que hacer bien en esta tierra cuando hemos dado un hijo así —afirmó—, un cristiano, un sacerdote, un obispo, y cuando ese obispo ha sido elevado a la dignidad del cardenalato; en ti nosotros vemos que somos una tierra bonita, hermosa, que da buenos frutos».
El acto concluyó con la inauguración una placa junto a la pila bautismal en la que fue bautizado el cardenal Cobo, y un reconocimiento por parte del Ayuntamiento de la localidad a los padres del arzobispo de Madrid.