Cuidar la vida, sembrar esperanza es el lema de la Jornada por la Vida que se celebra el próximo lunes, 4 de abril, ya que el 25 de marzo coincidió con Viernes Santo.
El delegado de Pastoral Familiar, Fernando Simón, ha enviado una carta a todas las parroquias, lugares de culto, colegios, asociaciones y movimientos familiares en la que explica que el lema elegido este año «invita a construir una ecología integral que promueva el bien común y, por ello, junto con la defensa de la naturaleza, la protección de los más débiles e indefensos, los concebidos y no nacidos, los niños, los pobres y enfermos, los ancianos. En definitiva, el cuidado de la vida humana desde su concepción hasta su final»
«Para orar por esta intención, como expresión de la misericordia con las personas que más necesitan ser protegidas», el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, presidirá una solemne celebración de la Eucaristía y Vigilia de oración por la vida en la colegiata de San Isidro el sábado 9 de abril, a las 18:00 horas. Durante la misma, impartirá la bendición de manera especial a las madres gestantes.
Además, el miércoles 6 de abril a las 20:30 horas, Raymond de Souza, de Human Life International/Spei Mater, impartirá la conferencia Descristianizacion en Occidente y respuesta de la Evangelium Vitae en la parroquia Santa María de Caná, de Pozuelo.
Mensaje del arzobispo
Con motivo de esta jornada, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha lanzado el siguiente mensaje: «Cuando vamos a celebrar la Jornada por la Vida quiero hablaros de la principal prioridad de la humanidad que es volver a dar sentido a la acogida de la vida como don de Dios. Como arzobispo, padre y pastor aquí en Madrid, a todos los que creéis y os sentís miembros de la Iglesia, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, os expreso que hoy la humanidad está invitada a modificar su mirada y a descubrir dónde está el centro del auténtico desarrollo. Todo ser humano, por pequeño y pobre que sea, es creado a imagen y semejanza de Dios; tiene que vivir, nunca la muerte puede prevalecer sobre la vida ni tener la última palabra».