La localidad de Navalagamella recupera estas navidades una tradición que tuvo que suspenderse debido a la COVID-19. Se trata de la procesión con el Niño Pastor que sale el 1 de enero, festividad litúrgica de Santa María Madre de Dios. Y que recorre las calles del pueblo acompañado por bailarines ataviados con mantón de Manila y un gorro con cintas de colores.
Los actos darán comienzo el viernes 31 de diciembre por la noche, con la quema de la hoguera preparada por los mozos, a cuyo alrededor se toman las uvas a las 24:00 horas. A continuación, los bailarines que al día siguiente participarán en la procesión interpretarán sus danzas y recorrerán las casas de las chicas solteras, cantando unas coplillas, empezando por la vivienda del párroco.
El sábado 1 de enero, a las 12:45 horas, habrá una Misa solemne en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Estrella, presidida por el párroco, Alfonso Rodríguez Padilla. A su término, el Niño Pastor será llevado en procesión por las calles del lugar, acompañado por sus cuatro mayordomos y sus respectivos bailarines -cuatro por cada mayordomo-, que danzarán al son de las castañuelas, el tambor y la gaita.
Todo ello, respetando las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.