«Jesús tiene conciencia de que todo lo recibe del Padre. […] Nosotros podemos reconocer que todo nos ha sido dado». Así lo aseguró el administrador apostólico de Madrid, cardenal Carlos Osoro, el pasado domingo, 2 de julio, en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo en la Misa final del encuentro con motivo de los 40 años de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) en España.
Aludiendo al Evangelio proclamado, en el que Jesús señala que «el que no carga con la cruz no es digno de mí» y que «el que os recibe a vosotros, me recibe a mí» (cfr. Mt 10, 37-42), el purpurado incidió en que «la acción de gracias y la alabanza ocupan un lugar central en la vida» de este. Según detalló, se trata de entender que «la realidad última no es la nada, sino el amor», que «el amor de Dios está en la raíz de todo», hasta en el origen de ese «gran regalo» que es la vida. «Nuestra vida es un acontecimiento que podría no haber ocurrido», aseveró.
En este sentido, en la Misa concelebrada por el nuevo provincial de la Compañía de Jesús en España, Enric Puiggròs, SJ, y su antecesor, Antonio España, SJ, el cardenal Osoro remarcó que «nadie está excluido del amor de Dios» y pidió que «no excluyamos nosotros a nadie». «Seamos Buena Noticia», abundó, después de poner el foco en que Jesús se dirige especialmente «a los que andan sin sentido, a los abatidos…» porque «este amor ilumina la oscuridad de nuestra vida y llena los vacíos de nuestro corazón».
Tras varios compromisos temporales y permanentes de integrantes de CVX en varias de sus comunidades locales en España, el propio Puiggròs agradeció la presencia del administrador apostólico de Madrid y del anterior provincial y animó a los presentes a ser «antorcha». «Dios no pasa de largo porque atiende al sufriente con el que se encuentra en cada momento. Somos llamados a no pasar de largo».
Comunión y comunicación
Antes de la celebración, tuvo lugar una mesa redonda sobre comunión y comunicación, moderada por el ex director de Comunicación del Arzobispado de Madrid, Rodrigo Pinedo, que pertenece a la CVX Padre Arrupe de la capital. En ella participaron el sociólogo y ex secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora; la jesuitina y periodista Silvia Rozas, también vinculada a CVX; la redactora jefe de la revista Omnes, María José Atienza, y el responsable de contenidos sociorreligiosos de TRECE, Álvaro de Juana.
Mora, que conoce la Comunidad de Vida Cristiana desde hace décadas, alentó a «comprender el mundo para entender la Iglesia y no viceversa» y abogó por «expandir la pluralidad». «La pluralidad es condición de la comunión. El pecado a la comunión es no practicar la hospitalidad con la diversidad», sostuvo.
A juicio del también profesor de la Universidad Pontificia Comillas, en el actual «momento eclesial» se puede llegar a un «peligro cismático», dado que «hay intereses marcados invirtiendo en la polarización». Según remarcó, «la Iglesia católica en España ya es una minoría sociológica», aunque mantiene «poder institucional», y es «una mayoría religiosa que no gestionamos bien», algo que conduce a la «autorreferencialidad».
En esta línea, Rozas destacó que «no vivimos para las instituciones», sino que «vivimos para el Evangelio», e invitó a cuidar el «testimonio personal» para «ayudar a las personas a encontrar el sentido de la vida».
Por su parte, De Juana valoró la «riqueza de carismas» dentro de la Iglesia, que él había vivido especialmente en su etapa en Roma y ahora en la televisión, y la comparó, como hace el Papa Francisco, con una orquesta en la que «cada instrumento hace su labor». También reclamó una mayor «formación» de los creyentes.
A su lado, Atienza defendió que «no todo el mundo vive igual las mismas páginas del Evangelio, pero todas son el Evangelio» y denunció que, «al polarizar la Iglesia, nos estamos olvidando de lo que es la Iglesia, de la fraternidad». Una muestra de ello, a la que aludieron varios de los ponentes, se da en ciertos digitales y también en las redes sociales, con las que «nos estamos creando cámaras de eco», en expresión de la periodista de Omnes.