El 27 de febrero, domingo, la Iglesia celebra la festividad litúrgica de san Gabriel de la Dolorosa.
La parroquia San Gabriel de la Dolorosa (Arte, 4), atendida por los padres pasionistas, preparará con un triduo la fiesta del santo titular del templo.
Los cultos se desarrollarán los días 24, 25 y 27 de febrero con Misa, a las 19:30 horas. La predicación girará en torno a la figura actual del joven santo, patrono de la juventud católica italiana. Y concluirán el domingo 27 con Misas en su honor a las 9:00, 11:00, 12:00, 13:00 y 20:00 horas.
Todo ello, respetando las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.
Año Jubilar
El Santo Padre ha concedido un Año Jubilar a la Congregación de la Pasión con motivo del centenario de la canonización de san Gabriel de la Dolorosa. Un Jubileo que tuvo que posponerse debido a la Covid-19, y que será clausurado el próximo 27 de febrero.
Hasta esa fecha, los fieles que visiten el templo madrileño dedicado al santo podrán lucrar la indulgencia plenaria, cumpliendo las condiciones para ello establecidas.
San Gabriel de la Dolorosa
San Gabriel de la Dolorosa -Francisco Possenti- nació en Asís (Italia) en 1838, en el seno de una familia acaudalada. Era un joven de su tiempo, lleno de vida y entusiasmo. Pero la muerte de su hermana predilecta le lleva a sentir el deseo de abrazar la vida religiosa a la edad de 17 años, ingresando en la Congregación de la Pasión. Desde ese momento, su vida se convirtió en un extraordinario esfuerzo por alcanzar la perfección en las cosas pequeñas.
Conocido como el santo de los jóvenes, el santo de los milagros y el santo de la sonrisa, destacó por su extraordinario espíritu de oración, de caridad, de amor al prójimo, y un deseo constante de mortificarse más allá de sus fuerzas, junto con su absoluta docilidad a la obediencia. Cuando apenas llevaba cuatro años en la Congregación, aparecieron los primeros síntomas de la tuberculosis, lo que le impidió continuar con sus deberes de la vida comunitaria. La paciencia en la debilidad y los sufrimientos corporales, así como la total sumisión a las restricciones que los superiores le imponían, se convirtieron en las principales características de este santo que murió el 27 de febrero de 1862, sin llegar a cumplir 25 años. Y que fue canonizado por Benedicto XV en 1920.