La labor de estos misioneros singulares de Juventud y Familia Misionera consiste en dar testimonio de su fe por las calles y las casas, ayudar a preparar los oficios y las celebraciones, visitar a los ancianos y los enfermos... Pero, sobre todo, su misión es ser testimonio de familias que, con su sola presencia y su alegría, hacen interrogarse y preguntarse a otros por su fe. La misión 2015 está encabezada por unas palabras del Papa Francisco como lema. “Sed todos testigos de la alegría”.

Transmitir la fe a los hijos
Algunas de las familias misioneras proceden de los colegios Regnum Christi. En el caso de Madrid de los colegios Everest Monteclaro, Highlands Los Fresnos o Highlands El Encinar. En general les mueve un deseo: transmitir la fe a los hijos junto a otras familias, y con su ejemplo de Iglesia.

Carlos del Castillo es un veterano que con su mujer, Vicky, lleva 14 años de misiones cada Semana Santa. Sus dos hijas han crecido con esta vivencia. Una está a punto de casarse. “Es una forma de enseñarles la fe y unos valores a tus hijos con hechos, y no con palabras”, dice Carlos. “Que vivan la fe, no que sólo la oigan, tiene un plus de diferencia: no garantiza nada en la transmisión, porque esto es un camino que depende de su libertad y de cuándo Dios les toca el corazón, pero si tú pones los medios, yo creo que ayuda bastante: a mí no me ha ido mal”, asegura Carlos, sencillamente feliz.

Ser aplauso de acogida para los peregrinos en Ávila
Para Ávila se organiza este año una misión es especial, pues el V Centenario de Santa Teresa genera una gran afluencia de peregrinos al convento de la Encarnación. Un grupo de Familia Misionera de Madrid, con hijos pequeños y adolescentes, apoyará a las carmelitas y a su capellán, el P. Arturo Díaz, LC. Los misioneros, ayudarán en las celebraciones litúrgicas, en el museo, la tienda… Habrá vela del Santísimo toda la noche del Jueves Santo. “Pero nuestra misión principal es acoger a los peregrinos, ser aplauso de bienvenida para ellos, y ayudar con esa acogida a que se produzca un encuentro del Señor en su corazón”, cuenta Juan Antonio Ramos. Yzquierdo, responsable del grupo.

Los buscó por Internet
D. José Javier es párroco de Alborea, Zulema, Lasheras, y Villatoya, en Albacete. Conoció a Familia Misionera a través de Internet: “No domino muy bien todo eso”, confiesa, “pero buscaba un impulso misionero, una ayuda pastoral, un empuje a través de personas que con su testimonio animasen a mis feligreses a vivir la fe”, explica. “Estuve buscando a ver si algún movimiento hacía esta misión por los pueblos. Entonces vi que Familia Misionera lo hacía en Semana Santa”, recuerda José Javier. Hasta Alacete se irán 94 misioneros, donde además de a D. José Javier, apoyarán a D. Fabián, párroco de Riópar y tres pueblos más.

Adolescentes en salida
El P. Rafaell Carrasquer recibe desde hace 10 años a un grupo de misioneros adolescentes, de 15 y 16 años, para ayudarle en las zonas rurales de Huesca que tiene a su cargo: “Aportan ilusión, dan su testimonio de que esto no es cosa de personas mayores, que es también de jóvenes que son capaces de hacer un esfuerzo en sus vacaciones para venir aquí y compartir su fe”, dice, D. Rafael. “No te puedes quedar lo que vives en tu interior para ti. Hay que darlo. Y salir a las periferias es sacar lo que llevas en tu corazón: la felicidad de conocer a Jesús”, concluye.


Este año 2015, Familia y Juventud Misionera ayudarán a 19 párrocos en localidades de 9 provincias: Asturias, Ávila, Albacete, Castellón, Córdoba, Palencia, Teruel, Huesca y Murcia. Entre los misioneros, se encuentran unos 45 sacerdotes legionarios de Cristo y 30 consagradas y consagrados en el Regnum Christi que acompañan a las familias y a los jóvenes en la misión.

Alrededor de 700 u 800 personas cada año en España -entre familias y jóvenes- se desplazan para vivir la Semana Santa de misiones al servicio de la Iglesia con esta iniciativa del Regnum Christi.