Archidiocesis de Madrid - El Proyecto de huertos ecológicos de Cáritas Canarias tiene ya en fase de producción 15 parcelas familiares

+34 91 454 64 00

España

Lunes, 30 marzo 2015 06:38

El Proyecto de huertos ecológicos de Cáritas Canarias tiene ya en fase de producción 15 parcelas familiares

El Proyecto Huertos Ecológicos que Cáritas Diocesana de Canarias ha puesto en marcha en una finca de San Juan-Telde cuenta ya con 15 parcelas familiares y 10 comunes en fase de producción. En total, son unos 18 los cultivos plantados en la finca, que van desde berenjenas y tomates hasta cebollas y papas, pasando por diferentes tipos de lechugas o calabazas.

En la actualidad, se benefician de este proyecto 20 familias, 9 del primer grupo y 11 del segundo. El primer grupo, que comenzó a plantar en octubre de 2014 las 15 parcelas familiares y las 10 comunes, empezaron en noviembre a recolectar los frutos de su trabajo y a repartir en común la producción de las parcelas. En estos huertos familiares las personas se van especializando en los cultivos que trabajan, mientras que en las comunes van rotando labores.

El segundo grupo comenzó en febrero la segunda fase del proyecto, en la que reciben formación en agricultura ecológica y que les servirá para participar en las labores comunes.

Este proyecto nació con la intención de ayudar a cubrir necesidades alimentarias de las familias en situación de exclusión social y formar a personas en la producción de agricultura ecológica, con lo que se aumenta su empleabilidad, se fomenta la mejora de su salud y su calidad de vida, y se crea, además, un espacio con repercusión social, cultural y ambiental.

La propuesta incide en el trabajo comunitario y la colaboración como forma de relación, tanto a en los ámbitos laborales como personales.

Durante 2014 se consiguió limpiar la finca, poner el vallado, realizar las labores de preparación del suelo y el compost, acondicionar la nave agrícola y construir un estanque. Además, se instaló el sistema de riego por goteo, se levantó un invernadero para la producción de planteles, se plantaron los primeros árboles y enredaderas para cubrir el cortavientos y se puso en marcha la huerta. Todo ello se llevó a cabo al mismo tiempo que se desarrollaban las Jornadas de Participación, formación en agricultura ecológica y yoga.

Testimonios

Francisco Herrera es una de las personas que más tiempo lleva en el proyecto. Su esfuerzo, junto al de sus compañeros, sirvió para que la finca comenzara a funcionar. “Limpiamos, levantamos muros, trabajamos mucho”, dice, aunque lo que más destaca es que “me ha servido para conocer gente estupenda, gente como yo, con los mismos problemas y vicisitudes”.

Han aprendido “a convivir unos con otros, a conocer la agricultura, lo que es el trabajo en equipo bajo la dirección del proyecto”, explica. “Es impresionante ver cómo desde un suelo yermo se llega a un suelo fértil”, cuenta. “Ver el desarrollo variado de las plantas, como cada una tiene su propio proceso y como de algo donde no había nada, ahora hay algo que da fruto, y que eso es producto del trabajo que hemos realizado”. Además, añade, “llegamos a casa con verdura fresca que hemos trabajado nosotros. Fresca, natural y ecológica”.

Para Francisco se trata de “una experiencia muy satisfactoria y enriquecedora, en donde he aprendido a vivir con el medioambiente, a no contaminar y a no consumir energía innecesariamente”.

Abdel Olahid, otra de las personas que participa en el proyecto desde su inicio, lo define de la siguiente manera: “He aprendido a plantar vegetales, a limpiar el huerto y, sobre todo, a hacer amigos”.