Archidiocesis de Madrid - Congo, 1964: el recuerdo de los 28 misioneros dehonianos mártires de la misión

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Jueves, 27 noviembre 2014 05:22

Congo, 1964: el recuerdo de los 28 misioneros dehonianos mártires de la misión

Este pasado fin de semana se han reunido en Asten, Holanda, miembros holandeses y belgas de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús, los dehonianos, para recordar a sus hermanos religiosos asesinados en el Congo en 1964.

En 1960 el Congo belga se había convertido en un estado independiente. Al año siguiente era asesinado el primer ministro congoleño, Lumumba. El país sufrió entonces una serie de rebeliones de radicales y lumumbistas que lo sumieron en la violencia. El año más duro fue 1964. La ciudad de Wamba fue ocupada por el grupo extremista de los simbas en agosto de ese año, y comenzó el terror. El obispo Joseph Albert Wittebols y otros misioneros dehonianos fueron golpeados… mientras eran llevados a la cárcel. El obispo murió de los golpes, el resto fueron fusilados en presencia de la multitud que después fue obligada a mutilar los cuerpos. Era el 26 de noviembre de 1964. Ayer, hace 50 años. Así, en aquel tiempo de violencia, fueron asesinados hasta 28 misioneros del Sagrado Corazón de Jesús que trabajaban en las provincias orientales del Congo.

En el encuentro para recordar los 50 años transcurridos, los dehonianos han querido adoptar como imagen de la entrega de vida de aquellos misioneros al río Congo, “una corriente de amor”. Las imágenes del río mostraban que, no obstante los terribles acontecimientos en sus márgenes – algunos cadáveres de misioneros fueron arrojados a sus aguas –, sigue simbolizando todavía hoy el deseo de los misioneros de anunciar el Evangelio a su gente. La presencia de cuatro dehonianos congoleños fue el símbolo viviente del grano que ha dado fruto. Hoy, más del 80% de la población del Congo es cristiana, la mitad católicos.

Según informan los dehonianos, los presentes se han conmovido con el relato de Lieve Moons, sobrina de uno de los misioneros asesinados. En aquella época, una niña. La familia temía por la vida de Karel Bellicnckx, pero él les decía que no podía estar lejos de su pueblo. También fue emocionante el relato de dos misioneros, compañeros de los mártires, Frans Paepen y Renaat de Ceulaer. Fueron testigos del terror y del miedo de aquellos meses de 1964 y, en dos ocasiones, estuvieron a punto de morir.

En la ceremonia para recordar a los misioneros del Congo, sus nombres han sido escritos uno a uno en un libro, mientras los presentes rezaban al Señor para que recordarse sus nombres y no olvidase el camino que les había llevado hasta Él, hasta la casa del Padre.

Estos días se han sucedido los homenajes y los recuerdos en las casas de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús y también en las aldeas del Congo donde vivieron los misioneros. El domingo pasado también tuvo lugar una ceremonia en su recuerdo en la catedral de Luxemburgo, pero las celebraciones más importantes se han desarrollado en Kisangani y en Wamba, en la República Democrática del Congo.