Los agustinos recoletos llevan ligados casi un siglo a la misión de Lábrea, en el Amazonas brasileño, con numerosos misioneros presentes en aquellas tierras en los últimos cien años, levantando las Iglesia desde sus cimientos.
Entre otros proyectos llevados a cabo últimamente – el año pasado se entregaron viviendas a familias necesitadas - desde el año 2009, la Prelatura de Lábrea, con la financiación de la Diputación Foral de Álava, ha llevado a cabo un proyecto de reforestación y economía solidaria por el que se han plantado 95.000 árboles de frutas tropicales en 333,05 hectáreas.
Según el brasileño Instituto Nacional de Estudios Espaciales (INPE), sus fotos de satélite del área amazónica revelan que Lábrea es uno de los municipios que más sufre con la deforestación de la selva amazónica. No se trata tan solo de un problema ambiental gravísimo, sino que también es un problema que genera pobreza, miseria y pérdida de calidad de vida y de oportunidades económicas a las poblaciones de la región.
Desde el año 2009, la Prelatura de Lábrea con su obispo Jesús Moraza, agustino recoleto, a la cabeza, ha llevado a cabo un proyecto de larga duración con la financiación de la Diputación Foral de Álava para la reforestación de áreas degradadas con árboles frutales autóctonos que permitieran, a su vez, generar renta para familias desfavorecidas, cuentan los agustinos.
En total han sido 196 familias beneficiadas con la plantación de estos árboles. Otras cinco familias fueron además contratadas para llevar a cabo el proyecto en sus aspectos técnicos, y múltiples mujeres del municipio colaboraron en la preparación del substrato que acoge a las plantas en sus primeras semanas de vida y el cuidado del área de semillero y vivero.
Los resultados alcanzados han llamado la atención de entidades gubernamentales del Estado de Amazonas, que a través de la Secretaría de Desarrollo Sostenible implantó un proyecto similar de reforestación para las áreas devastadas del sur del Estado de Amazonas con un millón de plantas nativas.
En el proyecto ha colaborado además la Operación Amazonia Nativa — OPAN, que implantó diversos modelos de sistemas agroforestales en tierras Indígenas, con el objetivo también de preservar el ambiente y conseguir que sean comunidades auto sostenibles.
Por otro lado, el Instituto de Desarrollo Agropecuario y Forestal del Estado de Amazonas en el municipio vecino de Canutama también distribuyó plantas para plantación en comunidades rurales de esa área.
Los árboles ya están produciendo frutos, y el siguiente paso será buscar la financiación necesaria para el uso industrial de pulpas que permita generar aún más renta a todas las familias de las áreas rurales, normalmente las más aisladas de la cadena económica y dependientes de programas sociales.
Para ello la Asociación de pequeños productores extractivistas de la comunidad de Sardinha prepara un nuevo proyecto para la industrialización de pulpas de frutas regionales como el açaí o el cupuaçu, que solo se generan en la selva amazónica.
Mundo
Miércoles, 03 diciembre 2014 05:19
95.000 nuevos árboles en la Prelatura de Lábrea de los Agustinos Recoletos
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