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Jueves, 19 febrero 2015 04:51

Virginia Blanco será la primera beata boliviana

Después de un proceso de investigación, análisis y recopilación documental, el pasado 22 de enero el papa Francisco declaró Venerable a la laica cochabambina Virginia Blanco. Como siguiente paso se están analizando milagros atribuibles a su intersección para que pueda ser declarada beata, explicó el sacerdote juez delegado, Miguel Manzanera, según informa el sitio Infodecom.

Virginia Blanco Tardío nació en Cochabamba el 18 de abril de 1916 y murió por un paro cardíaco a los 74 años el 23 de julio de 1990. Desde el entierro de Blanco comenzaron los comentarios de que esa mujer era una santa. A raíz de ello, uno de sus sobrinos, Fernando Saravia, fue a Roma y se asesoró sobre el proceso de beatificación y canonización.

Cuando volvió comenzó a recopilar los primeros 45 testimonios de quienes la conocieron. Todos ellos retratan a una mujer piadosa, humilde, con un profundo amor a Dios y entrega a los más necesitados. Una persona que dio de lo que tenía a manos llenas. Asimismo, detallan que era apasionada por la oración y la adoración. Virginia tenía una capilla en su casa.

Según la Iglesia, Blanco es un ejemplo de santidad para los jóvenes y todos en su conjunto. Asimismo, se puede aprender de ella su disciplina para orar todos los días y su carisma reparador y de entrega.

Una vez recopilada esta información se envió la intención de canonización y se procedió a recopilar más información. Se recogieron otros 45 testimonios. Además, se buscó las cartas que ella escribía, los poemas, certificados recibidos, entre otros. Finalmente, se obtuvo un documento de 500 páginas que se envió a Roma.

Luego se dio el visto bueno para realizar un resumen de todo en un documento llamado "Positio". Un grupo de nueve teólogos la declararon "venerable", lo cual es el paso antes de ser beatificada. Esta condición la dio a conocer el papa Francisco de manera oficial el 22 de enero de este año.

Formación religiosa
Virginia nació en una familia católica muy piadosa. Su etapa escolar la completó en el colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús (irlandés) donde aprendió el carisma ignaciano reparador, adquirió el hábito de la adoración y la oración diaria y la entrega por los más necesitados.

En un momento se planteó la idea de ser monja. Sin embargo, se presumen dos motivos por los que esto no ocurrió: uno de ellos era su salud. Virginia se declaraba demasiado frágil como para encarar la vida religiosa que según veía era bastante exigente. Por otro lado, su padre le pidió que se hiciera cargo de su madre hasta la muerte y así lo hizo, pues su progenitor murió cuando ella tenía 18 años.

Sin embargo, Virginia se recibió de profesora de religión, materia que enseñó durante 40 años en el Liceo de Señoritas Adela Zamudio. Las alumnas de Blanco declararon que era una mujer que daba gusto escuchar, pues hablaba de Dios con un profundo amor.

Entre otros grupos de los que participó estaban la Asociación de Mujeres de Acción Católica y del Apostolado de la Oración, además fundó el grupo de Oración y Amistad.

Blanco encontró en la vida laical una forma de vivir su fe y su amor a Dios. Sin necesidad de ser religiosa se entregó plenamente al servicio.

Obras sociales
Virginia participó de manera activa en comedores sociales. Hizo su propio comedor en la casa de sus padres, que luego pasó por herencia a ella, donde había días que repartía hasta 300 raciones de comida.

Del mismo modo abrió en su casa un policonsultorio para las personas más necesitadas. Atendía pediatría, medicina general, odontología, entre otros. Estas obras eran conocidas por todos en la zona, por ello los vecinos no se oponían a contribuir con lo que podían.

Ambos proyectos eran sostenidos por Virginia Blanco. A veces iba por las casas y comercios pidiendo contribución de las personas para seguir con las obras sociales, pues pese a ser de una familia pudiente, durante la revolución agraria el Gobierno le quitó a su familia unos terrenos que tenía en Arani y que eran parte de su sustento.

Virginia Blanco sería la primera beata nacida en Bolivia. Esto representa un aspecto de importancia para la Iglesia, pues demuestra que no se necesita ser sacerdote o monja para entregar la vida a Dios y a los demás, y el hecho de que hiciera todo esto en medio del contexto cochabambino invita a otras personas a seguir su modelo de creyente.

La causa de canonización comenzó su proceso el 31 de enero de 2001, iniciada por el entonces arzobispo de Cochabamba, monseñor Tito Solari. El sacerdote Miguel Manzanera fue el juez delegado que presidió el tribunal que examinó a 45 testigos que conocieron a Virginia Blanco y trabajó todo este tiempo en la recopilación documental y testimonial.

Durante el proceso se examinaron biografías, escritos y poesías místicas de valor literario. Toda la información formó un documento de 500 hojas, la "positio", que fue llevado al Vaticano por el postulador Salvador Sanchis en julio de 2012.

En estos momentos la causa se encuentra en la etapa en la que, tras la declaración de venerable, el Vaticano está estudiando la existencia de un presunto milagro obrado por intercesión de Virginia Blanco.

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