Archidiocesis de Madrid - Sudán del Sur, una Iglesia que crece en un país desolado por la guerra

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Martes, 24 marzo 2015 05:15

Sudán del Sur, una Iglesia que crece en un país desolado por la guerra

El obispo Rudolf Deng Majak, de la diócesis de Wau, Sudán de Sur, ha expresado a Pamela Adinda, de AMECEA Online News, su confianza en que su país salga adelante. La realidad no invita precisamente a la esperanza. Desde diciembre de 2013, la guerra ha asolado a la nación más joven del mundo. Además, el reciente fracaso de las negociaciones para un acuerdo final de paz entre las dos facciones del SPLM (Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, el partido en el poder), lideradas por el presidente Salva Kiir y el ex vicepresidente Riek Machar en Addis Abeba, Etiopía, hacen esperar lo peor.

La Catholic Radio Network ha hablado sobre los datos de escolarización de niños en el país y son poco halagüeños. El 70% de las escuelas en las zonas de conflicto están cerradas. 36 colegios están siendo usados para fines militares. 12.000 niños han sido reclutados por las partes en conflicto.

Mons. Rudolf piensa que todo esto pasará, y abriga la esperanza de que la paz y la prosperidad lleguen a Sudán del Sur. “Wau”, la ciudad de la que él es obispo, “comparada con Malakal y otras partes de Sudán del Sur, está tranquila, en el sentido de que allí no hay enfrentamientos, y lo mismo ocurre con otras partes de Sudán del Sur. Por supuesto que la gente está preocupada porque los que están muriendo en otras partes del país son todos hermanos y hermanas nuestros”.

“La vida sigue en Sudán del Sur, a pesar de la sombría situación. La personas se están uniendo; van a trabajar para llegar a fin de mes, para encontrar alimento para sus familias, para sus hijos y para ellos mismos, y la gente está yendo más allá de su círculo familiar, más allá de sus comunidades étnicas”, explicaba el obispo.

Si hay buena voluntad política se acabaría con las dificultades a las que se enfrenta el país: “Nadie prospera y vive con la guerra y la destrucción, pero todos prosperan con buena voluntad y cooperación y trabajando juntos para producir más servicios, y enviar más niños a la escuela”.

Según él, la voz de la esperanza se va filtrando poco a poco en los corazones y en las mentes de muchos sudaneses del sur, que están empezando a darse cuenta de que la guerra no puede ser un fin en sí misma, y sólo trae destrucción: “La gente se ha dado cuenta de que la realidad es que la paz y la reconciliación, la honestidad y el perdón traen más crecimiento, más servicios, más compromiso con el bien común”.

Mons. Deng hablaba además del gran crecimiento del cristianismo en la diócesis de Wau. Es la diócesis madre de Sudán del Sur. Es una de las diócesis con más católicos del mundo. Tiene una población de cerca de 5 millones y el 75% son católicos. Mons. Deng es el octavo obispo de Wau el cuarto obispo nativo de la diócesis. “Cada día tenemos la preocupación de atender y apoyar a la enorme población cristiana, a pesar de estar faltos de personal. Tenemos vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, pero muchos jóvenes no perseveran por diversas razones. Sin embargo, somos conscientes de que ninguna Iglesia local ha crecido hasta lo que es hoy sin haber pasado por lo que estamos pasando”.