El Papa Francisco ha enviado un telegrama de pésame al arzobispo de Montréal (Canadá), Christian Lepine, con motivo del fallecimiento, a los 78 años, del cardenal Jean-Claude Turcotte, arzobispo emérito de esa ciudad. El Santo Padre manifiesta su emoción por la muerte del purpurado y transmite sus condolencias a su familia y a sus antiguos diocesanos. ``En este tiempo en que celebramos la resurrección del Señor -escribe- pido que acoja en la luz de la vida eterna a este pastor fiel que sirvió con devoción a la Iglesia, no solamente en su diócesis sino también en ámbito nacional como Presidente de la Conferencia Episcopal de Canadá, siendo al mismo tiempo un miembro muy acreditado de diversos dicasterios romanos``.
El Papa define al cardenal fallecido como un ``pastor entregado y atento a los desafíos de la Iglesia contemporánea`` y recuerda su participación en el Sínodo de los Obispos de 1994 dedicado a ``La vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo``, así como su papel clave en el Sínodo de 1997 sobre América. Francisco envía también una bendición apostólica especial a la familia y parientes del difunto, a sus parroquianos y a todos los que participen en los funerales.