El presidente de Ecuador Rafael Correa concluyó en la noche de este martes su visita a Roma. Estuvo presente para participar en un congreso en el Vaticano sobre medio ambiente, organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias, en el que participó también el secretario general de las Naciones Unidas Ban ki-moon. Mientras iniciaba el mismo en la Casina Pío IV, el papa Francisco en el estudio de la Sala Pablo VI recibió al presidente Correa.

Sobre el encuentro que tuvo con el Papa, el presidente le indicó a ZENIT que “fue una reunión muy fraterna como siempre”. Consideró que el Papa “es una persona extremadamente afable, extremadamente solidaria” y reiteró que “lo esperamos con mucha alegría en mi país”.

Respondiendo a la idea de que el Santo Padre también es exigente, bromeó: “si el Papa fuera tan exigente no me hubiera dado una audiencia” y escuchando el acento de Argentina de uno de los presentes se rió y añadió: “El papa es doblemente infalible, por papa y por argentino”.

Ya en un tuit después de la audiencia, el presidente Correa había indicado: “me contó un chiste. A todos sorprendió que escogiera llamarse `Francisco`, porque siendo argentino, esperaban que se llamara `Jesús II`...”.

Los paneles que se realizaron durante el congreso sobre medio ambiente, que llevó el título: `Proteger la Tierra, ennoblecer a la humanidad. Las dimensiones morales de los cambios climáticos y de la humanidad sostenible”, dieron la posibilidad en dos oportunidades al presidente de Ecuador, Rafael Correa, de tomar la palabra.

El mandatario latinoamericano apuntó que la mayoría de los daños ecológicos son causados por los países desarrollados, los cuales deben ofrecer a los países en vía de desarrollo la posibilidad de compensarse para así garantizar la conservación del planeta. Y que los países más pobres no podrán contribuir a la conservación de los recursos del planeta “si no hay mejoras claras y directas de los niveles de vida de la población”. Por ello reivindicó mecanismos de compensaciones que ayuden a los países en vías de desarrollo a que no tomen iniciativas que dañen al planeta.

Recordó también la iniciativa del Ecuador en el 2007, destinada a evitar la extracción de petróleo de la reserva natural de la región Yasuni ITT, a cambio de una compensación económica de 336 millones de dólares por parte de la comunidad internacional. Reconoció entretanto que dicha suma no fue dada como prometido, llegando solamente 13 millones de dólares. Propuso además que las tecnologías que se empleen para purificar el planeta sean consideradas `bienes públicos globales`.

El presidente ecuatoriano recordó a los presentes la existencia de la Declaración de Derechos de la Madre Tierra, de la cual Ecuador fue el primer país en reconocerla en su Constitución.

Poco antes de partir, en el hotel Ritz, cenó con un grupo de familias ecuatorianas residentes en Italia que tuvieron situaciones familiares adversas o problemas con la custodia de sus hijos. La ministra de Movilidad Humana, Magister María Landázuri de Mora, le explicó a ZENIT que estas 15 familias que participaron en la cena ya habían logrado solucionar su situación familiar.

“Para nosotros la idea es que se reunieran las familias, papás, mamás, abuelitas y nietos que fueron separados de su familia hace un tiempo y que ahora han reunificado su familia”.

“Hoy se han juntado con el presidente para sentir el respaldo que les da el país”, y recordó “el esfuerzo que hicimos para que ellos reviertan su situación de crisis o la decisión de los tribunales que a veces fueron injustas, se cambie”.

Indicó que en algunos casos de familias en crisis se dio apoyo psicológico, mientras que en otros en los que hubo decisiones injustas de los tribunales se intervino desde el punto de vista legal, solicitando revisión de los procesos y peritajes. Porque --añadió-- existían criterios incompletos y elementos que no se habían considerado. Se hizo a través de los consulados, donde se contrató trabajadoras sociales y psicólogos y asesores legales que hablan en español.