“Los keniatas están preocupados y desesperados. El gobierno, que ha jurado protegerles, parece incapaz de ofrecer una solución duradera a la inseguridad constante”, afirman los obispos keniatas en un comunicado, envido a la Agencia Fides, publicado al final de su asamblea que terminó el 8 de mayo.
“Comenzamos nuestro encuentro con la triste noticia de la horrible masacre de más de 50 keniatas en North Rift y en otras partes del país”, subrayan los obispos, que recuerdan que en la misma zona 42 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en noviembre de 2012 en una emboscada a manos de un grupo armado. “Estos asesinatos se han producido a menos de un mes de distancia de la masacre de 148 estudiantes en el ataque terrorista a la Universidad de Garissa. Los asesinatos, cómo tomar de mira deliberadamente a los cristianos, es algo inaceptable”.
“En el caso de North Rift hemos advertido reiteradamente que el conflicto está empeorando, sobre todo después del descubrimiento de petróleo y de otros minerales. Cientos, si no miles de vidas se han perdido en este perenne conflicto que ha sido erróneamente llamado `robo de ganado`”. Una alarma que ha sido lanzada de nuevo en la conferencia de prensa de presentación de la declaración.
Ante la situación de inseguridad, los obispos recuerdan al gobierno su responsabilidad: “No vamos a dejar de llamar al gobierno a cumplir con su mandato constitucional y proteger a los keniatas. Un gobierno que no puede proteger a su propio pueblo pierde la legitimidad para gobernarlo”.
Los obispos también han denunciado la corrupción “que está casi paralizando no sólo la economía, sino a todo el país” y han pedido al Presidente hacer frente a los casos de corrupción de una manera rápida, justa y definitiva. El documento por último también denuncia la adopción ciega de ideologías autodestructivas que amenazan a la familia. (L.M.)